La aromatización del té es una práctica esencial en la producción y creación de tés que permite lanzar al mercado una amplísima variedad de sabores.
Esta técnica no solo realza los sabores naturales del té, sino que también permite a los productores y artesanos ofrecer una paleta amplia y diversa de variedades, adaptándose a los gustos y preferencias de los consumidores.
En un mercado donde la innovación y la diferenciación son clave, la aromatización del té emerge como una herramienta esencial para complementar y elevar los sabores intrínsecos del té, creando experiencias sensoriales únicas y memorables.
Desde el clásico Earl Grey, aromatizado con aceite de bergamota, hasta el refrescante té de jazmín aromatizado con flores de jazmín, la aromatización del té ofrece infinitas posibilidades
En este post nos adentraremos en los diferentes y curiosos métodos de aromatización del té, los distintos tipos de sabores que suelen encontrarse en el mercado y su profundo impacto en la experiencia de degustación de esta exquisita bebida
¿Por qué aromatizar el té?

La aromatización del té ofrece numerosos beneficios tanto para los productores como para los consumidores.
Para los consumidores, un té aromatizado ofrece una experiencia de degustación más diversa y emocionante, con una amplia gama para explorar y disfrutar.
Desde los sabores frutales y florales hasta los picantes y terrosos, la aromatización del té permite que cada taza sea una aventura única y emocionante.
Métodos de aromatización del té
Existen variedad de métodos para infundir y proporcionar sabores diferentes al té, cada uno con sus propias técnicas y beneficios.
Desde la absorción natural de aromas hasta la adición de aceites esenciales y gránulos aromáticos, estos procedimientos permiten crear una amplia gama de experiencias gustativas.
1. Mezclas para la absorción natural de aromas
Este método de aromatización es una de las formas más comunes de aportar sabor al té. Consiste en realizar mezclas, añadiendo ingredientes aromáticos directamente a las hojas de té.
Entre estos ingredientes aromáticos podemos encontrar, por ejemplo, flores; éstas se mezclan cuidadosamente con el té para que éste absorba su aroma natural, y posteriormente se retira.
Un ejemplo muy común es el del té de jazmín, el cual se elabora a través de la mezcla de té con capullos frescos de jazmín durante el proceso de secado del té. En este paso del proceso de producción del té, las hojas absorben de forma natural los aromas florales del jazmín.

2. Adición de aceites esenciales
Otra práctica común es la creación de tés aromatizados agregando aceites esenciales al té de base, método especialmente utilizado cuando se busca intensidad y pureza de sabor.
Los aceites aromáticos se obtienen mediante procesos de destilación o prensado en frío de ingredientes naturales, como frutas, especias e hierbas.
Este ingrediente en forma de aceite se agrega en pequeñas cantidades durante el proceso de fabricación y mezcla del té, para atribuirle su sabor característico. La combinación resultante exhibirá su sabor principalmente a través de la intensidad de su aroma y sabor, manteniendo cambios mínimos o inexistentes en la apariencia del té aromatizado.
Sin embargo, la adición de aceites esenciales requiere un cuidadoso equilibrio para evitar sobrealimentar el té con sabores abrumadores o artificiales. Es crucial dosificar con precisión y seleccionar aceites de alta calidad para garantizar un resultado final óptimo.
Un ejemplo en este caso es el del té Earl Grey, al que se le añade aceite esencial de bergamota en el momento de fabricación del té, gracias al cual se consigue un sabor cítrico y floral en el té.

3. Extractos y otros aromatizantes
La aromatización de té a través de extractos implica añadir ingredientes aromáticos concentrados, como extracto de vainilla, fruta o hierbas, directamente a las hojas de té. Estos extractos pueden ser líquidos o en forma de polvo.
Los extractos se obtienen mediante la extracción de los compuestos aromáticos de las plantas utilizadas, ya sea mediante métodos de extracción, destilación o procesos biotecnológicos específicos.
Es esencial que estos extractos sean derivados de la planta mencionada para ser considerados aromatizantes naturales. Sin embargo, la obtención de extractos puede variar según la planta y puede implicar procesos más complejos, como la utilización de enzimas especializadas.
La integración de extractos y otros aromatizantes ofrece una amplia gama de posibilidades para crear una variedad casi ilimitada de tés aromatizados.

Tipos de sabores en los tés aromatizados
Como ya hemos mencionado anteriormente, la aromatización del té permite obtener una amplia gama de sabores, pudiendo fusionar propiedades únicas del té con infinidad de ingredientes aromáticos, creando experiencias gustativas incomparables.
A continuación, analizamos algunos de los sabores más frecuentes con los que se aromatizan los tés, examinando su diversidad y resaltando las características que los hacen populares.
Sabor frutal
Los tés aromatizados con sabores frutales ofrecen una amplia gama de sabores, desde los dulces y jugosos hasta los cítricos y refrescantes. Estos pueden incluir frutas frescas, como fresas, mangos y piñas, así como frutas cítricas, como limón, naranja y pomelo.
Sabor floral
Los tés aromatizados con sabores florales ofrecen delicadas notas florales que complementan perfectamente el sabor suave del té. Estos pueden incluir flores como el jazmín, la rosa, el loto y el crisantemo, que agregan un aroma distintivo y una dulzura sutil al té.
Sabor especiado
Los tés aromatizados con sabores especiados ofrecen una mezcla única de sabores cálidos y terrosos que son perfectos para los meses más fríos. Estos pueden incluir especias como la canela, el clavo, el jengibre y la nuez moscada, que agregan un toque de calor y profundidad al té.
Conclusión
La aromatización del té no solo implica la adición de sabores, sino también el dominio de técnicas precisas para realzar y complementar las características naturales del té. Es una práctica que ha trascendido culturas y fronteras, ofreciendo una amplia diversidad de sabores que elevan la experiencia del consumo del té.
Desde los métodos tradicionales de absorción natural de aromas hasta la incorporación de extractos y otros aromatizantes, cada técnica muestra un equilibrio clave entre artesanía e innovación.
La aromatización del té se lleva a cabo durante el proceso de fabricación o mezcla, donde se combinan las hojas de té con diversos ingredientes para crear sabores únicos y distintivos. En Alveus, no solo realizamos mezclas de té personalizadas, sino que también nos especializamos en la aromatización de nuestros productos. Este enfoque nos permite ofrecer una experiencia de té única y personalizada, asegurando que cada taza sea una muestra de calidad y creatividad excepcionales.
La riqueza de sabores de los tés aromatizados no solo responde a la demanda de los consumidores en busca de experiencias gustativas únicas, sino que también refleja el compromiso de los productores y artesanos por ofrecer productos de calidad excepcional.
En definitiva, la aromatización del té es un proceso de realización de mezclas de té en constante evolución que continúa sorprendiendo y cautivando a los amantes del té en todo el mundo, reafirmando su posición como una de las bebidas más versátiles de la historia gastronómica.