El té coreano, aunque menos conocido a nivel global comparado con los tés de Japón y China, ha ganado un lugar especial en la industria gracias a su evolución y su creciente reconocimiento en el mercado internacional. 

Corea del Sur ha experimentado un resurgimiento de su cultura del té, influenciada tanto por el budismo como por la filosofía confuciana, consolidándose como un productor de tés de alta calidad con un carácter distintivo.

En este artículo viajaremos a través de la historia del té coreano, explorando su profunda conexión con la ceremonia del té y las regiones clave donde se cultivan algunos de los mejores tés del país.

Si te dedicas al mundo del té, esta inmersión en la cultura del té de Corea del Sur te ofrecerá una nueva perspectiva para enriquecer tu oferta y explorar un mercado que está ganando cada vez más visibilidad en el panorama internacional.

Contenidos

Historia del Té en Corea del Sur

La historia del té en Corea está profundamente ligada al budismo y se remonta a la dinastía Silla (668-935 d.C.), cuando las primeras variedades de té, como el té negro y el pu-erh, comenzaron a ser consumidas. Sin embargo, fue en el año 828 cuando los monjes budistas trajeron semillas de la planta de Camellia sinensis desde China, consolidando el inicio de la cultura del té en Corea

Durante la dinastía Goryeo (918-1392), con el auge del budismo, el té se convirtió en una bebida habitual entre la corte y la aristocracia, donde el consumo de té jugaba un papel importante en ceremonias y rituales. Sin embargo, con la llegada de la dinastía Joseon (1392-1910) y el apogeo del confucianismo, la cultura del té entró en declive. 

A partir de la década de 1980, Corea del Sur empezó a revitalizar su tradición del té. Este renacimiento coincidió con un resurgimiento del interés por las costumbres ancestrales y el cultivo de té comenzó a ser más industrializado. 

A pesar de este impulso, en 2007 el sector enfrentó una grave crisis debido al mal uso de pesticidas, lo que debilitó la reputación de los tés coreanos. No obstante, esta situación también marcó un punto de inflexión; las prácticas agrícolas se revisaron y el país adoptó un enfoque más sostenible, apostando por la producción orgánica, especialmente en la isla de Jeju, donde las condiciones volcánicas brindan suelos ricos en nutrientes ideales para el cultivo de té.

Hoy en día, el té coreano está en pleno renacimiento y está ganando reconocimiento internacional, con tés de calidad que se comparan con los de Japón, pero a precios más competitivos. 

La ceremonia del té Coreano

ceremonia del té coreano

La ceremonia coreana del té, conocida como Darye, es una tradición arraigada a la cultura del país, que se ha practicado durante más de mil años. Originalmente influenciada por rituales budistas y confucianos, el Darye se caracteriza por su sencillez y naturalidad, buscando crear un ambiente relajado y armonioso para quienes participan. 

Más allá de ser una mera actividad social o un ritual formal, la ceremonia del té coreano promueve la calma y el respeto entre los presentes, centrándose en el acto de disfrutar el té en un entorno tranquilo. 

Aunque sigue una estructura, lo hace sin la rigidez de otras ceremonias, permitiendo a los participantes apreciar el momento sin la presión de una etiqueta compleja. En la actualidad, se ha revitalizado como una forma de desconectar del ritmo acelerado de la vida moderna, manteniendo viva una de las tradiciones más apreciadas de Corea.

Principales zonas de cultivo del té en Corea del Sur

Zone di coltivazione del tè in Corea del Sud

El té en Corea del Sur se cultiva principalmente en varias provincias o condados, cada una de las cuales aporta características únicas a los productos resultantes.

Jeju

La isla de Jeju, con su suelo volcánico rico en minerales y excelente drenaje, es famosa por producir algunos de los tés más finos y apreciados de Corea. 

El suelo de Jeju proporciona un ambiente ideal para el cultivo del té, aportando sabores y aromas únicos. Los tés de Jeju se caracterizan por su calidad y se encuentran frecuentemente en tiendas de té especializadas a nivel internacional.

Dark Oolong 1st Grade BIO: Koreanischer Tee aus Jeju

Boseong

Ubicado en la provincia de Jeollanam-do, Boseong es conocido por su producción de té verde y es uno de los centros históricos del cultivo de té en Corea. Las plantaciones en esta región se benefician de un clima templado y lluvioso, que resulta en hojas de té de alta calidad.

Hadong

En la provincia de Gyeongsangnam-do, Hadong es otra región destacada por su cultivo de té. La combinación de su suelo fértil y condiciones climáticas favorables contribuye a la producción de tés de sabor rico y complejo. 

Hadong también es conocido por sus métodos tradicionales de cultivo y procesamiento, lo que añade un valor adicional a sus productos.

Tipos de tés coreanos más populares

El té coreano se distingue por sus métodos de procesamiento y sus perfiles de sabor. A continuación, os presentamos algunas de las variedades más populares tanto en el mercado coreano como a nivel internacional.

Woojeon

El Woojeon es un té verde de primera calidad, producido durante la primera cosecha de la primavera. Conocido por su sabor suave y sus hojas finamente enrolladas, el Woojeon se caracteriza por su color verde intenso y su perfil de sabor delicado con notas de nuez. 

El proceso de producción combina técnicas de vapor al estilo japonés con el tostado al estilo chino, lo que resulta en una experiencia de cata única.

té verde Woojeon de Alveus

Sejak

El Sejak es un té verde de primera cosecha que se recolecta al final de la temporada de primavera. Aunque es ligeramente inferior en calidad en comparación con el Woojeon, el Sejak se caracteriza y valora por su sabor fresco y su menor precio.

Joonjak

El Joonjak es un té verde de segunda cosecha que se produce a finales de la primavera. Sus hojas tienen un color verde oliva y el té resultante tiene más cuerpo y color en comparación con el Woojeon, aunque es un poco menos suave y dulce.

Daejak

El Daejak es un té verde de cosecha otoñal, producido en septiembre. Con un color más marrón y un sabor más robusto, el Daejak es ideal para quienes prefieren tés con mayor fuerza y es también una excelente base para infusiones aromatizadas.

Jeoncha

El Jeoncha es el equivalente coreano del sencha japonés. Se produce durante las primeras y segundas cosechas y, aunque se asemeja a los japoneses, los tés de Jeoncha tienden a tener un perfil de sabor más sutil.

Garucha

El Garucha es un té verde coreano finamente molido, similar al matcha japonés. 

Aunque es difícil distinguir entre un Garucha y un matcha japonés de alta calidad, los mejores Garuchas son muy apreciados por su intensidad y profundidad de sabor.

Infusiones populares en Corea

Además de los tés tradicionales, Corea tiene tradicionales infusiones herbales, conocidas como tisanas, que son muy populares por sus sabores únicos y beneficios. 

Estas bebidas, hechas a base de frutas, raíces y hierbas, se disfrutan en todo el país y forman parte importante de la cultura coreana del bienestar. A continuación, te presentamos algunas de las más conocidas.

  • Omija-cha. Esta infusión se elabora con las bayas de omija o bayas de magnolia (Schisandra chinensis). El nombre «omija» significa «cinco sabores», ya que esta tisana ofrece una mezcla única de dulce, amargo, ácido, salado y picante. Es muy apreciada tanto por su sabor como por sus supuestas propiedades medicinales.
infusión coreana Omija-cha
  • Insam-cha. La infusión de ginseng coreana, o insam-cha, es una de las tisanas más tradicionales y valoradas en Corea. Elaborada a base de raíz de ginseng (Panax ginseng), esta tisana es conocida por sus propiedades revitalizantes.
  • Saenggang-cha. Esta infusión coreana de jengibre es popular especialmente en los meses más fríos. Saenggang-cha se prepara con jengibre fresco, y se suele endulzar con miel o azúcar. 
  • Yuja-cha. Esta tisana se elabora con yuja, un cítrico coreano similar al yuzu japonés. Yuja-cha es una bebida dulce y ligeramente ácida que se sirve caliente, especialmente en invierno. 

Conclusión

El té coreano, con su herencia cultural y enfoque de calidad, ha logrado consolidarse como referente en el panorama internacional del té. 

Regiones clave como Jeju, con sus suelos volcánicos ricos en nutrientes, han permitido que Corea del Sur desarrolle tés de altísima calidad, diferenciados por sus perfiles únicos y sus métodos de cultivo enfocados en la sostenibilidad, particularmente en la producción de tés orgánicos.

Para los expertos del té, el té coreano representa una oportunidad excepcional de diversificar su oferta con productos que destacan no solo por su sabor, sino también por su compromiso con prácticas agrícolas sostenibles. 

La combinación de suelos volcánicos, climas ideales y una creciente apuesta por técnicas de producción orgánica ha dado lugar a tés que compiten con los mejores a nivel mundial, y que cada vez más están siendo reconocidos en mercados internacionales por su autenticidad y excelencia.

Incorporar el té coreano en una selección profesional no solo aporta variedad, sino que conecta a los consumidores con una tradición rica en historia y calidad. En un mercado cada vez más exigente, el té coreano destaca por su capacidad de ofrecer experiencias de cata inigualables, que combinan innovación con una profunda herencia cultural. 

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